El jaguar (o "ocelotl") era un símbolo de poder, fuerza, valentía y agresividad. Este animal tenía un significado profundamente espiritual y mitológico, y se le asociaba tanto con el mundo terrenal como con el sobrenatural. Los jaguares eran considerados una representación de la conexión entre los humanos y los dioses, especialmente en la guerra y los sacrificios.